"Recuerdo haberme dicho, 'Bueno soy la tercera generación'. Sabía que las probabilidades de éxito eran escasas", recuerda Schwarzberger. Pero ha superado los obstáculos. Hoy, Schwarzberger tiene planes de que, algún día, pueda legar exitosamente el negocio a su sobrino Ryan Israel, que ya está trabajando en la compañía como vendedor. Llegar a una cuarta generación de titularidad es una hazaña que apenas el 3% de los negocios familiares consiguen lograr, de acuerdo con las cifras compiladas por la Universidad de Negocios SC Johnson de Cornell.

Entonces, ¿cómo lo logró Schwarzberger? Vislumbró lo que a muchos negocios familiares de tercera generación les faltaba: reinventarse. "No puedes seguir haciendo las cosas de la misma manera. Después de 70, 80 años, es imposible", dijo.

Desde la ciudad ventosa al estado de la Estrella Solitaria
En el caso de Schwarzberger y ABM International, la reinvención significó levantar el negocio y, con ello, trasladar a toda su familia desde Chicago al área de Houston. La mudanza, en un principio, fue parte de la reducción de plantilla de ABM International, aunque con el financiamiento de Bank of Texas, más tarde llegaría el crecimiento de la compañía, superando incluso las propias expectativas de Schwarzberger. Por ejemplo, la nueva sede de la compañía generaría más adelante un mercado que ABM International no había explorado: los confeccionadores de colchas aficionados para el hogar. La confección de colchas es mucho más popular en el sur que en la sede anterior de ABM en Chicago. De hecho, Houston alberga la exposición anual de colchas más grande que se realiza cada otoño en los Estados Unidos.

Sin embargo, Schwarzberger no tenía idea el éxito que vendría por delante cuando, después de haber estado en el negocio toda su vida, se convirtió en presidente de ABM en 1996, una época en la que la industria textil comenzaba a salir de EE. UU. hacia el exterior, a países como China e India.

Teniendo en cuenta que históricamente los clientes más importantes de ABM fueron las fábricas textiles que confeccionaban ropa de cama, el cierre de numerosas fábricas estadounidenses significó un gran golpe para la compañía. "Fue una década en la que se redujo la plantilla, se ajustó y achicó, transitando un modo de superviviencia", recuerda Schwarzberger.

Pero luego llegó la oportunidad llamando a su puerta. Primero, fue una llamada de General Motors; estaban buscando una máquina que pudiera coser la tapicería del automóvil (el techo interior de un auto). Luego, comenzamos a recibir llamadas de los fabricantes de embarcaciones marítimas, aviones y vehículos recreativos (RV): todos ellos buscaban máquinas que pudieran coser los interiores de los vehículos.

Un aliado para todas sus necesidades de expansión
La tercera evolución de ABM International, esta vez en la base de clientes y no en el nombre, significó que la compañía necesitara más espacio para satisfacer la demanda. Afortunadamente, la compañía había adquirido 30 acres de tierra en Montgomery, una pequeña ciudad ubicada a unas 55 millas al norte de Houston. ABM construyó cinco depósitos allí, y luego planificó la expansión de las operaciones mediante la construcción de un edificio de oficinas de dos pisos, que requeriría un préstamo para la construcción. Allí es donde entró en juego Bank of Texas.

El equipo de banca comercial de Houston de Bank of Texas se reunió con Schwarzberger, se interiorizó en lo que ABM buscaba hacer y se dispuso a ayudar a concretarlo. "Neal es la clase de persona sensata. Quiere concretar las cosas, y nosotros pudimos lograr sus metas", dijo J.W. Parnell, jefe del equipo de mercado de banca comercial.

En febrero de 2018, ABM obtuvo la aprobación de un préstamo para la construcción de la nueva sede de la compañía, pero el proyecto demandó mucho más tiempo y resultó más costoso de lo que se había previsto. ABM pasó por tres constructoras; el proyecto demoró un año más que lo esperado y superó el presupuesto en un 50%. Bank of Texas aprobó un segundo préstamo para la construcción por un total de más de $1.1 millones.

En la actualidad, Schwarzberger afirma que aprecia la confianza que Bank of Texas le otorgó, incluso cuando era evidente que el proyecto excedería del presupuesto. "Bank of Texas se mantuvo firme con nosotros en el proyecto y no tuve que ir a buscar a otro prestamista. Creyeron en el proyecto; creyeron en nosotros. Nos ayudaron a seguir hasta el final", agregó.

"Bank of Texas se mantuvo firme con nosotros en el proyecto y no tuve que ir a buscar a otro prestamista. Creyeron en el proyecto; creyeron en nosotros. Nos ayudaron a seguir hasta el final".

Neal Schwarzberger, presidente de ABM International, Inc.

De cara a la próxima generación
Schwarzberger dice que nunca soñó que ABM International lograría el nivel de éxito que tiene ahora. "Tengo que pellizcarme algunas mañanas porque no puedo creer qué tan lejos llegamos. Ha sido el camino recorrido más increíble de todos", dijo.

Sus dos hijas cursan carreras en medicina y abogacía, por lo que espera que su sobrino Ryan algún día tome las riendas de ABM. "Solo miro cómo evolucionó el panorama del mundo en mi corta vida, y no puedo creer que realmente pude girar, maniobrar, cambiar y hacer crecer este negocio de nuevo. Ahora estamos preparados para hacer negocios los próximos 30 o 40 años a partir del trabajo realizado".

Y Bank of Texas, sin dudas, ha sido parte de este viaje. "No es solo una transacción. No estoy presente solo para hablar de negocios. Quiero forjar una relación con mis clientes", dijo Erik Olson, gerente de mercado de la banca comercial de Houston de Bank of Texas. Al igual que Parnell, él también forma parte del equipo de Bank of Texas que trabaja con ABM. Según las palabras de Schwarzberger: "Ha sido genial que ustedes se hayan sumado a nuestra familia".

"No es solo una transacción. No estoy presente solo para hablar de negocios. Quiero forjar una relación con mis clientes".

Erik Olson, gerente de mercado de la banca comercial de Houston de Bank of Texas